En el Oriente de Colombia los movimientos sísmicos se convirtieron en paliativo de sus habitantes, para prevenir una catástrofe que podría originar un terremoto, por la serie de fallas geológicas existentes.
Según los expertos sismólogos del Instituto Geológico de Minas -Ingeomínas- en esta zona se registran 85 movimientos de tierra diarios en la escala de Richter que no son percibidos por el común de sus habitantes por su baja magnitud. Solo son registrados por los sismógrafos, dijo el director de prevención y atención de desastres de la gobernación de Santander, Luís Francisco Monsalve Piña.
Los sismos de mayor intensidad y que son percibidos por los habitantes, ocurren regularmente entre 2 y 4 meses y su profundidad está entre 120 y 200 kilómetros, factor que ha contribuido a no causar tragedias en la zona de influencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario